lunes, 4 de diciembre de 2017

Expresiones- Salvado por la campana- Irse de picos pardos

Expresión-Salvado por la campana

Empleamos este uso para indicar que alguien ha salido de una situación arriesgada en el último momento.

El origen de esta expresión proviene del argot pugilístico y data de finales del Siglo XIX. Alude al hecho de que un contrincante se librara de perder un combate por la finalización de un "round" el cual era marcado por el sonido de una campana como en nuestros días.


Pero existe otro origen que data del Siglo XV. En el mismo se explica, que dado el escaso conocimiento médico por aquel entonces, era frecuente dar por muertas a personas que tenían afecciones como la "catalepsia" o similar podía ser interpretada como un fallecimiento y enterrarse por tanto a la persona sin estar realmente muerta. Estas eran enterradas vivas.

Es por ello que se idearon distintos métodos para que si esto ocurría, el “fallecido” pudiese salir del ataúd o al menos llamar la atención sobre el error cometido (todos conocemos alguna *leyenda o historia sobre ataúdes abiertos al cabo del tiempo de ser enterrado alguien, y aparecer el fallecido con signos de haber intentado salir de allí), surgiendo la idea de atar a la mano del fallecido una cuerda que comunicaba con una campanilla situada en el exterior, de manera que cuando éste la hiciese sonar fuese alguien en su ayuda.




Irse de picos pardos



Se usa la expresión “irse de picos pardos” cuando nos queremos referir a que alguien sale de fiesta o de juerga, a pasarlo bien, aunque con una más o menos clara intención de ligar; o incluso cuando alguien reclama los servicios de alguna prostituta.

En el Renacimiento las mujeres llevaban una falda que era un lienzo de forma cuadrada, con una abertura en el centro. Esta abertura se ajustaba a la cintura y la falda resultante tenía cuatro picos.

Si la mujer que las vestía se recogía uno de ellos es que estaba dispuesta a tener algún tipo de “acercamiento” con un hombre (sin intercambio de dinero), incluso que si el pico recogido estaba sujeto por un cintillo de color pardo o llevaba cosido en el extremo un trozo de tela de este color, es que era prostituta.

Pero parece ser que el origen de la frase proviene del Siglo XVIII, en pleno reinado de Carlos III en España, quien quería (como el resto de la sociedad) “marcar” o diferenciar a aquellas clases sociales, impuso a las prostitutas la obligación de distinguirse mediante sayas de color pardo cortadas por los bajos en picos, aunque también se dice que “Ir de picos pardos” tiene que ver con las costumbres ligeras de los estudiantes del Siglo de Oro y sus acompañantes. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario