Personas que tuvieron rarezas en sus últimas voluntades
William Shakespeare
Dejó en su testamento su “segunda mejor cama” a su viuda, Anne Hathaway, lo que hace inevitable la pregunta de a quién dejaría el inmortal literato la mejor cama de su propiedad.
En su tumba quiso que se grabara la siguiente frase: «Bendito el hombre que respete estas piedras y maldito el que remueva mis huesos”, por lo que al morir su esposa no la enterraron a su lado.
En su tumba quiso que se grabara la siguiente frase: «Bendito el hombre que respete estas piedras y maldito el que remueva mis huesos”, por lo que al morir su esposa no la enterraron a su lado.
André Tchaikowsky donó su cráneo para que sea usado en obras de teatro
El pianista André Tchaikowsky donó su cuerpo a la ciencia y su cráneo lo destinó para que sea usado en obras de teatro.
El cráneo fue usado por David Tennant en la obra Hamlet.
El inventor del Frisbee convirtió sus cenizas en Frisbees
Ed Headrick pidió que sus cenizas fueran mezcladas en un Frisbee.
Sus cenizas alcanzaron para hacer una docena de Frisbees, los cuales fueron regalados a varios familiares y amigos cercanos.
La mujer que se convirtió en fuegos artificiales
Judi Flanagan pidió que sus cenizas sean mezcladas entre fuegos artificiales.
La noche de su funeral estos fueron lanzados en el parque donde solía jugar con sus hijos.
El asesino que pidió que le revisen el cerebro para ver lo que estaba mal con él
Charles Whitman fue un asesino que dejó una nota antes de quitarse la vida.
En la nota pedía que le hagan una autopsia para saber si había algo en su cerebro para justificar su comportamientos psicópatas.
El forense sí encontró un tumor en su cerebro, pero nunca se pudo saber si esto era el causante de su comportamiento.
El músico que fue quemado en el desierto
Gram Parsons quería que su cuerpo fuera incinerado en el desierto.
El problema era que eso no está permitido en su estado,así que sus amigos idearon un plan para burlar a la funeraria, robarse la caja y llevarlo al desierto.
Una vez ahí empaparon la caja con gasolina y le prendieron fuego.
La Reina Victoria pidió que la entierren con el yeso de la mano de su esposo fallecido.
Esta extraña petición fue cumplida.
Un hombre fue convertido en carnada para peces
Ron Hopper tenía un grupo de amigos con los que iba a pescar, pero debido a su cáncer terminal, tuvo que dejar de asistir a estas reuniones.
Hopper decidió que sus cenizas sean mezcladas con la carnada, para acompañar a sus amigos en una última noche de pesca.
Napoleón pidió que se hagan joyas con su cabello
Napoleón pidió que sus mechones de cabello sean usados para hacer manillas y joyería para sus familiares y amigos.
Lo sorprendente es que la marca de relojes DeWitt compró un mechón de cabello de Napoleón y empezó a vender relojes con fragmentos de su cabello dentro.
Cada reloj costaba 8 mil euros.
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