Tener más cuento que Calleja
Esta expresión coloquial de tinte crítico, como otras tantas, se utiliza para referirse a alguien que inventa excusas poco creíbles o miente de forma exagerada para justificar alguna falta tipo dolencia/enfermedad o le echa a alguna cosa mucho embuste/engaño, es habitual usar con esa persona la expresión «tiene más cuento que Calleja»
Saturnino Calleja fue el propietario de la Editorial Calleja, en la que desde el año 1879 empezó a publicar libros de cuentos. Su particularidad residía en la sencillez en la que estaban realizados y su bajo precio, lo que propició que tuvieran una gran demanda y se hicieran muy populares. Eran libros entretenidos y llenos de ilustraciones, algo que ayudó a venderlos muy fácilmente.
La Editorial Calleja publicó alrededor de 3.000 títulos, la mayoría cuentos, lo que hizo que rápidamente se empezara a utilizar la expresión «tienes más cuento que Calleja».
No tener dos dedos de frente
Utilizamos con frecuencia la expresión ‘tener dos dedos de frente’ para referirnos a personas irresponsables, sin conocimiento o cortas de inteligencia.
Franz Joseph Gall fue uno de los más relevantes, a la vez que polémicos, anatomistas que desarrolló gran parte de su trabajo durante el primer cuarto del siglo XIX.
Una de sus teorías más notable fue la frenología, una supuesta ciencia (que realmente era una pseudociencia) capaz de predecir el carácter, rasgos, anomalías mentales, aptitudes y personalidad de una persona a través del tamaño de la frente
Franz Joseph Gall fue uno de los más relevantes, a la vez que polémicos, anatomistas que desarrolló gran parte de su trabajo durante el primer cuarto del siglo XIX.
Una de sus teorías más notable fue la frenología, una supuesta ciencia (que realmente era una pseudociencia) capaz de predecir el carácter, rasgos, anomalías mentales, aptitudes y personalidad de una persona a través del tamaño de la frente
Se asumió que una frente ancha y despejada era sinónimo de brillantez, inteligencia y templanza, y una frente estrecha era indicio de todo lo contrario, con lo que se comenzó a acuñar el término comentado, dando como medida de referencia “dos dedos de frente”, que indicaría que una persona no llegaba a lo mínimo de agudeza y claridad mental, y mucho menos si tenía una frente más corta.
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