viernes, 22 de septiembre de 2023

Pequeños hábitos que te pueden ayudar

 Algunas necesidades y pequeños gestos pueden ayudar y mucho a tener un día a día más saludable



¿Cuántas veces nos enfermamos, nos sentimos mal o estamos cansados?

En esas situaciones suelen aparecer distintos factores que nos alarman e indican que algo no anda bien. La medicina funcional aparece en escena para ocuparse y así evitar malas situaciones en torno a nuestra salud.


Empieza el día con un té verde. Es una bebida que tiene propiedades antioxidantes y muchos beneficios más para la salud.




Toma un almuerzo saludable que te dará la energía para el resto del día. Descarta los productos ricos en grasas y azúcares.

Consumir comida real: evitando así el abuso de ultraprocesados.

Incluye en tus comidas frutas, verduras y proteína. Es muy importante que tus comidas te alimenten, y no solamente te llenen con calorías vacías.

Entre comidas, incorpora tu dieta raciones de frutos secos 





Generar rutinas: el cuerpo actúa con anticipación, por eso es importante tener rutinas marcadas que están directamente aliadas a los hábitos. Si uno se las establece, es más fácil luego automatizar los hábitos saludables.




Ejercicio: es muy importante mantenerse activo durante el día con movimientos básicos como caminar y quehaceres cotidianos para aprovechar a estimular el cuerpo. Incorporar ejercicios de fuerza en la rutina también es algo que no siempre se tiene presente y que son importantes para mantener la masa muscular que va declinando con la edad. 



 Al menos media hora al día de ejercicio físico. Además de mantenerte activo y en forma, liberarás endorfinas que te harán sentir de mejor humor.



Sal a hacer caminatas al aire libre, y mientras lo haces, respira de manera consciente para oxigenarte. Disfruta de la naturaleza que te rodea, y toma conciencia del entorno.





Hidratación sí, también cuentan los líquidos como por ejemplo sopas, zumos, licuados, etc. Tampoco es bueno excederse, pero cuidado con los líquidos estimulantes: hay que hidratarse durante todo el día, pero sin abusar de la hidratación durante las ingestas porque eso entorpece la digestión. Por otro lado, es tratar de evitar bebidas estimulantes, tales como café, mate o té a partir de las 14 o 16, ya que la vida media de dichos estimulantes es de 6 horas promedio y generan que se interrumpa el sueño




No te saltes las comidas. Además de mantener tu metabolismo trabajando, al llegar la noche no tendrás tanta hambre y podrás hacer una cena saludable y moderada que te ayudará a descansar.




Aprovechar la luz del sol durante las mañanas y evitar la luz artificial por la noche: este punto es muy importante para regular los relojes internos que tenemos en el organismo





Gestión de estrés: podría decirse que es el punto más relevante del listado. Buscar alguna práctica que ayude a gestionar las emociones y lograr el equilibrio diario, sobre todo en un mundo en el que estamos expuestos a distintas situaciones tensas sin darnos cuenta.




Ahora ya lo sabes, aplica estas pequeñas acciones con las cuales conseguirás grandes cambios. No olvides que parte importante del proceso es la constancia, por lo cual procura incorporarlas a tu rutina diaria.











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