Se trata de un sistema que clasifica las posiciones políticas, las ideologías y los partidos en ámbitos de la igualdad y jerarquía social. Aparte de estas dos posiciones existe también la posición central, en la que sus seguidores se denominan centristas o moderados, ya que no se identifican ni con la izquierda ni con la derecha.
¿Pero, a qué se debe que se llame ‘izquierda’ y ‘derecha’?
Todo comenzó en la Francia del siglo XVIII
El 28 de agosto del año 1789, en la Asamblea Constituyente de Francia, se debatía sobre el poder que debía tener o no el rey, que en este caso se trataba de Luis XVI. En aquella época surgían las siguientes preguntas: ¿le damos continuidad a la monarquía o le ponemos fin?
Ese día los miembros de la Asamblea tenían que votar sobre el veto real: si concedían a Luis XVI el poder de replicar cualquier ley aunque estuviera aprobada por el parlamento.
La cuestión estaba muy reñida, tanto que en la sala se encontraban tanto seguidores de la monarquía como revolucionarios enfocados en acabar con ella. Un debate calentito que acabó con todos los rivales sentados en un lugar determinado, cada uno junto a las personas afines a sus intereses.
La posición de las sillas marcó un antes y un después en la historia
La sala del debate se componía por una larga mesa en la que en el centro se situaba el presidente de la Asamblea. Durante la votación, los seguidores del veto real, que se trataba de las clases más ricas de la sociedad (es decir, los nobles y el clero), se situaron a la derecha del presidente. Era el grupo más conservador y defendían la Corona. Rechazaban la Revolución y querían que el rey conservase el poder y que en Francia se instaurase la monarquía constitucional.
Por otro lado, los opuestos al veto real se sentaron en las sillas de la izquierda del presidente de la Asamblea. Era el sector progresista y todos ellos solicitaban un cambio en el país. Para los revolucionarios el monarca solo debía tener derecho a un veto suspensivo. Esto significa que si el rey no apoyaba alguna ley no podía eliminarla sin más, sino que podría aplazar el proceso de debate y votación durante un tiempo.
Una vez posicionados ambos bandos, comenzó la votación. El recuento dictaminó que ganaron las sillas de la izquierda del presidente, con 673 votos en comparación con los 325 que efectuaron los del lado derecho. Esto supuso el principio de la Revolución Francesa, el proceso que acabó con el poder de la monarquía y de la aristocracia.
Desde aquel día los miembros de la Asamblea siguieron colocándose en la mesa según sus afinidades y la dualidad política se acabó conociendo e instaurando en los demás países del mundo.
Generalmente en Europa se asocia la derecha con el conservadurismo y la izquierda con el socialismo y el comunismo, pero por ejemplo en Estados Unidos se suele calificar de izquierda al Partido Demócrata.
Por ejemplo: en España apareció el Partido Popular, considerado de derechas, y el Partido Socialista, de izquierdas; en el Reino Unido se encuentran los conservadores y los laboristas; y en Bélgica los liberales y los socialistas.
Algunos eslóganes más conocidos en política
“Un buen eslogan vale más que mil palabras” y cuyo significado literal era ‘grito de guerra’ y que era utilizado por los clanes irlandeses y escoceses en sus correspondientes batallas como forma de arengar a sus soldados.
Pasando por algunos que se hicieron inmensamente populares en las elecciones españolas con la palabra "CAMBIO"
Al ‘Yes We Can’ (Si podemos) de Barack Obama, en 2008
De todas esas campañas que se han llevado a cabo en España un eslogan de lo mas recordado es el que decía ‘Hacienda somos todos’
En mayo de 1978 en una campaña publicitaria promovida desde el Ministerio de Hacienda (encabezado en aquel momento por Francisco Fernández Ordóñez) y con la que se pretendía que todos los ciudadanos españoles por igual presentasen la declaración de la Renta y, además, lo hicieran sin defraudar y que después se convirtieron en famosos lemas, como es el caso de ‘Aquí paga hasta el rey’.